domingo, 6 de noviembre de 2011

Los amores imaginarios

Las relaciones emocionales entre personas suelen basarse a menudo en suposiciones, en proyección de nuestros anhelos respecto de lo que creemos que otra persona puede proporcionarnos. Y es así como nacen muchas veces los 'amores no correspondidos', alguien nos resulta muy atractivo, y comenzamos a tejer cierto vínculo que en muchos casos no pasa de existir solo en nuestra mente.


Marie y Francis conocen a un alguien que para ambos es perfecto, lo idealizan, se rivalizan y terminan creando zanjas entre su amistad por conseguir estar con una persona que bien podría realmente no estar interesada en ninguno de los dos.


Y sí, Francis es gay, Marie es por su parte la encarnación del ideal de femeninidad, y Nicholas es de esos personajes enigmáticos que uno suele recordar incluso tiempo después de haber visto la película porque querrás algún día lograr comprender su ambiguedad.


Los triángulos amorosos en el cine se vuelven cada más complicados, sobretodo con la incorporación de temas como el homosexualismo y la bisexualidad, que son aspectos que siempre han existido en la humanidad (por más de que a los libros de historia no les guste exhibirlo, pero de igual manera tampoco lo han podido ocultar). Pero digamos que desde la época de los griegos, en que era algo moralmente aceptado, solo hasta ahora las personas estamos comenzando a entender nuevamente tales asuntos como un matiz más del comportamiento humano. Como una decisión o preferencia más por la que la gente puede o no optar sin que eso descalifique su dignidad como personas.


Me resultó muy interesante el planteamiento de aquella rivalidad, la del estereotipo Vintage de mujer bonita, inteligente y adorable, representado por los intentos de Marie en encarnar a Audrey Hepburn, y el intento de Francis por representar una versión de un James Dean modernizado.


La lucha de un homosexual y su mejor amiga por un hombre me pareció tan interesante como triste, y tal vez al final algo patética, teniendo en cuenta el desenlace de la trama.


También recomendaría este filme a personas que sean seguidoras de Sofia Coppola, o que por lo menos les gusten las películas que narran los pequeños y grandes retos y angustias que nacen de detalles de la vida personal de todo tipo de gente.


La musicalización y el manejo visual de la película también son parte importante de su esencia en este caso. 


La estética manejada respecto al vestuario, las locaciones, y el manejo de la fotografía en general, me resultó también bastante 'cool' e interesante. Y pese al tema en torno al cual gira el guión, se podría decir que la película es lo menos obscena posible.


Hay muchas referencias a estereotipos en esta película, no solo el que ya les mencione hace unos párrafos, sino también el de belleza masculina, acerca de cómo es posible que un hombre pueda sea admirado y venerado a manera de un 'Adonis' moderno, y  de cómo puede a su vez llegar a ser tan perturbantemente encantador y ambiguo su comportamiento. Lo anterior es un beneficio que en cine suele concederse regular y principalmente a las mujeres, quienes solemos ser con más frecuencia idealizadas como un objeto de deseo en nuestra sociedad. Y de esta manera es evidente como la belleza masculina suele pasar a un segundo plano.


En resumen, deberían verla, incluso si no es su tipo de película, tal vez para variar, para conocer una historia que podría en el futuro llegar a ser la suya, uno nunca sabe en esta vida lo que le depara la rueda loca de la fortuna.



No hay comentarios:

Publicar un comentario