domingo, 13 de noviembre de 2011

Dilemas morales en caso de un apocalipsis zombi

Escribo esta entrada mientras espero que salga el nuevo capítulo de The Walking Dead, y  su contenido será precisamente acerca de  lo que me ha puesto a pensar una serie como esta, que  en general tiene más tintes dramáticos que de ciencia ficción, aunque lo anterior no suene muy creíble para aquellos que aún no la han visto.


Podrá sonar un poco trillada la expresión que utilizaré, pero veo más todo lo que ocurre en esta serie como un 'experimento social', siempre me ha resultado muy interesante todo lo relacionado con la conducta humana, sobretodo ante la ausencia de reglas que puedan limitarla. Y soy de las que piensa en caso de un apocalipsis zombi, o si prefieren que sea un poco (o bastante más) realista, un evento que implique el colapso de nuestro orden social, la mayor amenaza para la supervivencia de la raza humana seríamos nosotros mismos. 


Recuerdo ahora con algo de nostálgia y de ternura cómo a mis 16 años tenía pensamientos pro-anarquistas y había entrado a estudiar derecho pese a estar en contra de las reglas y del sistema en general.


Creo que solo con el paso del tiempo me pude dar cuenta de que muchos de los ideales que pretendieron defender movimientos como el de los hippies y el movimiento punk del 77 y años posteriores resultan siendo en la práctica irrealizables o de muy poca viabilidad, simples utopías.


"Yo no soy anarquista porque serlo es partir de la base de que el hombre es naturalmente bueno, y todos sabemos de lo que una persona promedio es capaz de hacer en un estado de necesidad". 


Aún recuerdo aquella frase, dicha por uno de los profesores que más admiro durante una clase de derecho público en mi universidad. 


Sé que algunos ya me estarán malinterpretando, así que me permito aclarar que tampoco quiero decir que considere al hombre un ser despiadado, pero sí me resulta innegable que conviven en él la capacidad de hacer mucho mal y de ser en extremo egoísta, y la de actuar de manera compasiva y desinteresada.


Pero bueno, creo que ya divagué lo suficiente en párrafos anteriores, les plantearé algunos dilemas relacionados con un estado de necesidad, en el que las normas además desaparecen y le contaré qué tiene que ver este tema con la exitosa serie que muchos ven cada domingo. 


Acerca de The Walking dead, lo que más me llama la atención, y seré sincera, es que no se haya matado ya todos entre sí, y me refiero a los humanos que la protagonizan.


Lo anterior lo digo, no solo porque sea fatalista por naturaleza, sino porque: Cuando el mundo se ha ido prácticamente a la mierda y no existe ni el Estado, ni normas, ni cárceles, y el futuro no luce nada prometedor. ¿Qué le impide a una persona matar a otra? 


Y eso es por solo poner un ejemplo de los múltiples dilemas que se suscitan.


En la serie los sobrevivientes son personas de todo tipo, está el loco con pensamientos nazis, pero que a pesar de todo ello resulta siendo uno de los que más lucha por proteger a todos los del equipo, la pesimista que luego de haber perdido a su familia solo piensa en el suicidio, y la mujer que le es infiel a su esposo con su mejor amigo, ambos policías que lideran ese grupo y son quienes en últimas imponen la autoridad por ser los más fuertes y capacitados para sobrevivir en bajo unas circunstancias como esas.


Ahora, bien, una situación extrema como la que ellos viven es probable que saque lo peor de cada uno y tal vez es por esto mismo que algunos espectadores no sientan simpatía por ninguno de ellos. Ayer uno de mis amigos publicó en facebook un estatus asegurando que todos los personajes le caían tan mal que él en cada capítulo espera que ganaran los zombis.


Yo la verdad comprendo por qué mi amigo lo dice, pero en últimas no los juzgaría tan duramente, son simplemente humanos.


Personas con pocos deseos de vivir las hay por montones, sobretodo con este complicado y acelerado ritmo de vida, ahora imagínense en caso de que todo acabe y no quede aparentemente nada más que muertos vivientes intentando asesinarte, y pues, mujeres que engañan a sus parejas también abundan. 


Ahora, respecto de la infidelidad en el caso de la serie, la cosa se complicará cuando se descubra tal traición, porque al mejor estilo de novela mexicana, ahora resulta que está embarazada, y es obvio que el hijo no puede ser de su esposo, quien apenas despertó de un estado de coma para darse cuenta de que no quedaba mucho de la 'civilización' en que antes vivía.


Lo cierto es que la convivencia humana es un tema bastante complejo, y estoy totalmente a favor de la existencia de normas, y creo que el verdadero problema en países como el nuestro es que esa normas no resultan de un real consenso por parte de la sociedad, sino que son prácticamente impuestas por los que ostentan el poder económico y no tiene planes de dejar a los demás progresar porque nos ven como una amenaza, y prefieren que continuemos pobres y apaciguados.


Les dejo por último este fragmento del final de un polémico capítulo que salió hace unas semanas, para que cada quién se responda el dilema que plantea, y decida si haría lo mismo que hizo este personaje para  proteger su propia vida y la del hijo de su mejor amigo que se encontraba en espera de unos medicamentos que él debía conseguir en ese lugar infestado de muertos vivientes.


* Spoiler alert para los que no han visto este capítulo (y les interese verlo).




Película recomendada para quienes les interesan temas ñoños como este: Human Nature de Michel Gondry.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Esa música de locos

Hoy tenía decidido dedicar este lunes festivo a estudiar para un examen que tengo en pocos días y del cual depende mi pronta graduación como profesional del derecho. Pero se me olvidaba que lamentablemente en este país, y sobretodo en una ciudad tan exageradamente rumbera como la mía, el hecho de poder tener tranquilidad durante un determinado día depende también de los planes que tengan tus vecinos: si deciden que le pondrán como banda sonora a la vida de toda la cuadra una buena tanda de vallenatos, merengues, o lo que ellos decidan escuchar, en palabras castizas, estás jodido.


Por eso mi entrada de hoy en mi blog es básicamente para quejarme. 
Podría llamar a la policía, pero aparte de quedar como la vecina sapa de la cuadra no creo que logre mucho con tal esfuerzo. Sobretodo porque la mayoría de habitantes de esta, y casi todas las cuadras de la ciudad ya están bastante acostumbrados y parece no molestarles.


Debo ser sincera y decir que lo que en el fondo tal vez me molesta aún más es que yo no podría hacer lo mismo si quisiera. Y ya verán por qué se los digo.


Si un señor de edad madura se levantó de ánimo bastante festivo porque cumple años su esposa o su ahijado, o porque simplemente amaneció con ganas de pegarse unos traguitos escuchándo a todo volúmen los clásicos de Diomedes sentando en una mecedora en la puerta de su casa, puede que a los vecinos les parezca un poco exagerado el volúmen, pero es probable que nadie se queje o haga algo al respecto. Es una conducta, que  a pesar del escándalo, parece bastante normal y aceptada.


Ahora imagínense la anterior escena, pero esta vez con un joven de 18 años que se levante ese día particularmente interesado en escuchar el Black Album de Metallica a todo timbal, o sin ir tan lejos, y sin exagerar tanto la historia, un álbum completo de cualquier banda de rock británico, incluso algo tan sonoramente amistoso como los Beatles. 


Seguramente no faltaría la vecina enchancletada llegando a quejarse con los padres del muchacho por la contaminación sonora que de manera irresponsable se emite desde esa casa, sobretodo tratándose de esa música de locos.


Y es triste aceptar lo segura  que estoy de que mis vecinos me montarían sindicato si algún día me despierto con ganas de escuchar a todo volumen algo tan lindo e inofensivo como esto:




Por mi parte, desde que logré un nivel de inglés aceptable en mi formación educativa me sentí bastante interesada por escuchar música en inglés, y actualmente escucho música en francés, portugués, noruego, italiano, alemán, y proveniente muchas partes del mundo, sin intentar decir con ello que sea una persona erudita o con una colección musical digna de admirar, ni que sea experta en cultura mundial. Tampoco creo que sea del todo necesario comprender las letras de todo lo que escuchas, y a veces no se necesita hablar ese mismo idioma para entender la canción. Y para todo lo demás sabemos que está Google.


Personalmente siempre le he dado más valor a la música que siento que ha sido hecha desde una concepción del mundo particular, que traiga elementos novedosos, que no suene ni diga lo mismo de siempre, o solo trate acerca de los temas comúnmente aceptados por nuestra sociedad. Llámese rock, pop, folk, punk, electrónica, bambuco, flamenco, o el nombre que le quieran poner, es lo que menos importa.  
Por lo anterior comprendo a las personas que no se conforman con escuchar solo lo que les ponen en la emisora cuando van en el bus por las mañanas, la canción que repiten cada 40 minutos y que por inercia uno termina por aprenderse.


Más allá de los movimientos musicales juveniles que ha habido a través de la historia, y de todos esos encasillamientos pendejos, la música como expresión artística siempre ha tenido una gran importancia en mi vida, y me parece un refugio válido, y  casi siempre efectivo, frente a las realidades o problemas que pueden afectarnos en un mundo cada vez más complejo.


Mi invitación entonces a todo el que me lea es que viva y deje vivir. Que a mí me puede parecer muy tonta cierto tipo de música, pero es problema de cada quien decidir lo que escucha.


Con todo lo que yo intento respetar los gustos de otras personas, nunca falta el que me pregunta si quiero ir a un concierto de vallenato, y cuando le respondo que no me interesa porque me gusta otro tipo de música, la respuesta más común que recibo es: no me digas que a ti lo que te gusta es pura música de locos. 
Créanme, esos momentos son bastante incómodos, aunque yo soy de las que prefiere no contestar nada ante un comentario tan estúpido como ese.


Gente que no comprende que el rock, sobretodo en nuestros días, tiene tantas variaciones, tantos 'subgéneros' que pueden llegar a sonar incluso más cursis y melódicos que muchas canciones de género tropical, o de música 'normal'.

https://twitter.com/#!/laurasoho/status/111628947032244225


Y les hablo del rock por poner un ejemplo de la música más malinterpretada y a la vez criticada por un pueblo como el nuestro, al que le falta mucho para lograr niveles de tolerancia básicos en casi todos los aspectos para lograr realmente evolucionar como sociedad. Aunque bueno, de los prejuicios nadie se salva, y uno solo se da cuenta de los estúpidos que son cuando es víctima de ellos.


Aquí les dejo la canción que más ha sonado en mi reproductor de música en este día, en el que me tocó ponerme audífonos y procrastinar escribiendo en este blog a falta de la tranquilidad sonora que necesitaba para poder estudiar.  Deséenme suerte en mi examen.









domingo, 6 de noviembre de 2011

Los amores imaginarios

Las relaciones emocionales entre personas suelen basarse a menudo en suposiciones, en proyección de nuestros anhelos respecto de lo que creemos que otra persona puede proporcionarnos. Y es así como nacen muchas veces los 'amores no correspondidos', alguien nos resulta muy atractivo, y comenzamos a tejer cierto vínculo que en muchos casos no pasa de existir solo en nuestra mente.


Marie y Francis conocen a un alguien que para ambos es perfecto, lo idealizan, se rivalizan y terminan creando zanjas entre su amistad por conseguir estar con una persona que bien podría realmente no estar interesada en ninguno de los dos.


Y sí, Francis es gay, Marie es por su parte la encarnación del ideal de femeninidad, y Nicholas es de esos personajes enigmáticos que uno suele recordar incluso tiempo después de haber visto la película porque querrás algún día lograr comprender su ambiguedad.


Los triángulos amorosos en el cine se vuelven cada más complicados, sobretodo con la incorporación de temas como el homosexualismo y la bisexualidad, que son aspectos que siempre han existido en la humanidad (por más de que a los libros de historia no les guste exhibirlo, pero de igual manera tampoco lo han podido ocultar). Pero digamos que desde la época de los griegos, en que era algo moralmente aceptado, solo hasta ahora las personas estamos comenzando a entender nuevamente tales asuntos como un matiz más del comportamiento humano. Como una decisión o preferencia más por la que la gente puede o no optar sin que eso descalifique su dignidad como personas.


Me resultó muy interesante el planteamiento de aquella rivalidad, la del estereotipo Vintage de mujer bonita, inteligente y adorable, representado por los intentos de Marie en encarnar a Audrey Hepburn, y el intento de Francis por representar una versión de un James Dean modernizado.


La lucha de un homosexual y su mejor amiga por un hombre me pareció tan interesante como triste, y tal vez al final algo patética, teniendo en cuenta el desenlace de la trama.


También recomendaría este filme a personas que sean seguidoras de Sofia Coppola, o que por lo menos les gusten las películas que narran los pequeños y grandes retos y angustias que nacen de detalles de la vida personal de todo tipo de gente.


La musicalización y el manejo visual de la película también son parte importante de su esencia en este caso. 


La estética manejada respecto al vestuario, las locaciones, y el manejo de la fotografía en general, me resultó también bastante 'cool' e interesante. Y pese al tema en torno al cual gira el guión, se podría decir que la película es lo menos obscena posible.


Hay muchas referencias a estereotipos en esta película, no solo el que ya les mencione hace unos párrafos, sino también el de belleza masculina, acerca de cómo es posible que un hombre pueda sea admirado y venerado a manera de un 'Adonis' moderno, y  de cómo puede a su vez llegar a ser tan perturbantemente encantador y ambiguo su comportamiento. Lo anterior es un beneficio que en cine suele concederse regular y principalmente a las mujeres, quienes solemos ser con más frecuencia idealizadas como un objeto de deseo en nuestra sociedad. Y de esta manera es evidente como la belleza masculina suele pasar a un segundo plano.


En resumen, deberían verla, incluso si no es su tipo de película, tal vez para variar, para conocer una historia que podría en el futuro llegar a ser la suya, uno nunca sabe en esta vida lo que le depara la rueda loca de la fortuna.



sábado, 5 de noviembre de 2011

Violeta

De un tiempo acá me he sentido muy atraída hacia ese color, me gusta sobretodo verlo en el cielo de algunos atardeceres, y podría decirse que es mi favorito, y no sólo por razones estéticas. Soy de esas personas a la que le gusta buscarle un significado a todas las cosas, y en este caso ese color me resulta la perfecta representación armónica de una mezcla de nobleza y melancolía.


Si tengo una hija me gustaría llamarla así, así como me gustaría enseñarle canciones de los Beatles y a hornear pasteles desde pequeña. Tengo muchos pensamientos 'cursis' en mi cabeza, aunque muchos de los que me conocen podrán tener una idea un tanto sesgada de mí debido a que suelo ser muy crítica respecto de las cosas que son comúnmente aceptada por nuestra sociedad, pero básicamente diría que tengo ideas liberales, pero conservo muchos ideales de la mujer tradicional. 


Prefiero por ejemplo, como modelo a seguir, a la Audrey Hepburn que interpreta papeles de esposa devota que la tal vez sobrevalorada Holly de Breakfast at Tiffany's. Aunque, con todo, sigua siendo una de mis películas favoritas.


Pienso que muchas mujeres suelen tomar el feminismo de una manera tan radical que termina atentando contra nuestra propia libertad, no estoy de acuerdo con que algunas demeriten la decisión de otras mujeres que en la actualidad optan por ser amas de casa, o las que prefieren no terminar o ejercer una carrera profesional. Yo, por mi parte, fui a la universidad porque quise y tuve la oportunidad, pero a veces pienso que mi vida futura podría ser igual o más satisfactoria encargandome de labores domésticas en mi propia casa y viendo canales de cocina todo el día. Y al final cada quién decide qué lo hace felíz.


En todo caso, no me parece necesariamente malo ni arcáico seguir ese modelo de vida simple y aparentemente tranquilo, siempre que haya sido una decisión libre  de la mujer y no una imposición de la sociedad, a través de la influencia casi jerárquica de otras personas.


En general considero que hombres y mujeres tenemos ciertas diferencias muy marcadas incluso desde nuestra configuración genética, sin que ello implique superioridad de un género respecto del otro. Sino más bien, especialidades y particularidades que llegan a ser útiles en diferentes momentos y aspectos de la vida en sociedad.
Pero, Volviendo al tema del color violeta, me gusta mucho, así como las flores que llevan su nombre. 


He conocido a fondo recientemente también la vida de mujeres que han llevado tal nombre, enunciaré a Violeta Parra como una de ellas, llegué a su música luego de escuchar una canción que Joaquín Sabina le había dedicado, aunque ya había oído hablar antes de ella. Tal vez algunos de los que leen esta entrada, escrita en medio de mis desvaríos de una noche de insómnio, no sepan que ella fue la compositora del aclamado himno humanista 'Gracias a la vida', canción que podría resultar un tanto irónica  a juicio de algunos puesto que su compositora optó por terminar su existencia al año siguiente de haberla publicado en su álbum 'Últimas composiciones', que por cierto fue calificado por la revista Rolling Stones como el mejor álbum chileno de todos los tiempos. 


Pero más allá de la ironía o no de su letra me parece una canción hermosa, aunque un tanto alejada de lo que suelo escuchar y que a muchos puede ya sonarle algo trillada, luego de tantas versiones y de que haya sido usada como bandera de tantas causas. Pero bueno, creo que una vez más me he desviado del tema principal de esta entrada en este blog que es básicamente acerca de nada.


En resumen, con frecuencia me cuesta trabajo definirme, pero el violeta es un color con el que me siento bastante identificada.


(Para que la lectura de esta entrada no haya sido del todo en vano les recomiendo esta película acerca de Violeta Parra, estrenada hace pocos meses, y que representará a Chile en los premios Oscar y Goya en el próxima año, a mi parecer es bastante buena.)



Bienvenido a este blog acerca de nada

No fue fácil tomar la decisión de crear un blog, o más bien otro, en todo caso, me sentí inicialmente tentada a crearlo desde el anonimato, resulta por razones lógicas más seguro y podría evitarme de esa manera inconvenientes futuros o juzgamientos relacionados con los contenidos publicados, ya que este blog será dedicado principalmente información personal, a simples divagaciones, ideas, opiniones acerca de temas triviales y anécdotas que tal vez a muy pocos pueda interesarle.


Trataré acerca de temas inconexos, como por ejemplo una película, un evento, un momento o una reflexión que me gustaría compartir.


También de vez en cuando podría publicar fotografías o ilustraciones de mi autoría, tan poco profesionales como las que publicaré a continuación, fruto de mi insomnio y de mis ganas de dibujar algo bonito. Simplemente le pedí a dos amigos que me mencionaran su animal favorito cada uno y así surgieron estas bellas creaciones.







De todas maneras, bienvenido todo el que esté interesado en leerme u opinar acerca de cada una de mis entradas, que principalmente van a depender de mi estado de ánimo y de lo que esté aconteciendo en mi vida. (Por fin haré realidad mi sueño de escribir en mi propio blog basura).